No es casualidad que el centro histórico de esta ciudad fuera declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2003. Sus calles, sus edificios y, sobre todo, sus colores, hacen de Valparaíso un lugar único y mágico.

 

A finales de los 60, en un taller de muralismo de la Universidad Católica porteña, surgió la idea de pintar grandes murales poro las casas y murallas de diversos lugares de la ciudad. En los próximos 13 años, se llevaron a cabo más de 60 murales. Se propuso seguir adelante con el proyecto convocando a más pintores, pero el golpe militar del 11 de septiembre hizo que la idea se pospusiera hasta 1991.

 

Ahora, Valparaíso está lleno de pinturas por todos sus rincones. Las paredes, los suelos y las escaleras, están embellecidas con arte de todo tipo: expresionismo, arte pop, arte óptico, abstracto… donde cada artista dejó volar su imaginación sin ningún tipo de imposición.

 

En esta galería podrás ver una pequeña muestra de lo que tuve oportunidad de ver cuando visité la ciudad, pero sin duda, este es un recorrido que hay que vivir en persona.

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Ixone Arana

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